13 enero 2008

De mortecina palidez

ARTHUR RIMBAUD (1854-1891)

Nació en Charleville,Francia,en el seno de una humilde familia. Su padre les abandonó cuando Arthur tenía 7 años,dejando mujer y 5 hijos con unos reducidos ingresos. La madre se encargó de llevar adelante a la gran familia,lo que la convirtió en una rígida y autoritaria figura en lo concerniente a la educación de sus hijos.
Rimbaud comenzó a destacar como un brillante alumno y uno de los más prometedores estudiantes,siendo considerado como un modelo por sus profesores. A los 15 años ya había ganado premios de redacción y compuesto versos y diálogos en latín.
El descubrimiento de la obra de Baudelaire y Verlaine y de algunos tratados ocultistas influyeron en el estilo posterior de Rimbaud. Por entonces su conducta se había vuelto caótica e irreverente: había comenzado a beber y se divertía asustando a los burgueses con sus vestimentas andrajosas,sus largos cabellos y sus blasfemas pintadas de "muera Dios" en las Iglesias. En 1871 en Paris conoció al poeta Verlaine,con quien comenzó una historia de amor que tendría trágicas consecuencias y nefasto final.

Ophelia


En las aguas profundas que acunan las estrellas,
blanca y cándida,Ophelia flota como un gran lirio,
flota tan lentamente,recostada en sus velos...
cuando tocan a muerte en el bosque lejano.

Hace ya miles de años que la pálida Ophelia
pasa,fantasma blanco por el gran río negro;
más de mil años ya que su suave locura
murmura su tonada en el aire nocturno.

El viento,cual corola,sus senos acaricia
y despliega,acunado,su velamen azul;
los sauces temblorosos lloran contra sus hombros
y por su frente en sueños,la espadaña se pliega.

Los rizados nenúfares suspiran a su lado,
mientras ella despierta,en el dormido aliso,
un nido del que surge un mínimo temblor...
y un canto,en oros,cae del cielo misterioso.

¡Oh tristísima Ophelia,bella como la nieve,
muerta cuando eras niña,llevada por el río!
Y es que los fríos vientos que caen de Noruega
te habían susurrado la adusta libertad.

Y es que un arcano soplo,al blandir tu melena,
en tu mente traspuesta metió voces extrañas;
y es que tu corazón escuchaba el lamento
de la Naturaleza-son de árboles y noches.

Y es que la voz del mar,como inmenso jadeo
rompió tu corazón manso y tierno de niña;
y es que un día de abril,un bello infante pálido,
un loco misterioso,a tus pies se sentó.

Cielo,Amor,Libertad;¡qué sueño,oh pobre loca!.
Te fundías en él como nieve en el fuego;
tus visiones,enormes,ahogaban tu palabra.
-Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.

Y el poeta nos dice que en la noche estrellada
vienes a recoger las flores que cortaste,
y que ha visto en el agua,recostada en sus velos,
a la cándida Ophelia flotar,como un gran lis.


5 comentarios:

Azelaïs de Poitiers dijo...

Oooooh, me encanta Rimbaud. Tuve una racha en la que estuve obsesionada con él, jeje. Me tragué nosecuántas veces la película en la que salía Leonardo DiCaprio haciéndo de Rimbaud, no te digo más. Yo tengo absoluta veneración por "Una Estación en el Infierno". Es una de las mejores cosas que se han escrito.

Y pensar que todo lo que escribió lo hizo en un espacio pequeño de su vida y luego el muy capullo se largó a vivir a África... brrrr

Nienna dijo...

Bueno,creo que por África no le fue demasiado bien la vida...
Ya sabes,vida de excesos...muerte segura...(vamos,igual que sin los excesos,ja,ja)

Azelaïs de Poitiers dijo...

Pero el caso es que no escribió más, el muy marrano. Por mí como si se quería ir a una isla perdida en el Pacífico, pero coñe... que escribiera algo, jaja.

Findûriel dijo...

Dos de mis obsesiones: Rimbaud y las Ofelias... échale una ojeadita a este post:
http://finduriel.blogspot.com/2007/06/las-ofelias.html
Y tan claro que tengo que al final me tatuaré el 'Clara venus' en los riñones...
Findûriel, parnasiana.

Nienna dijo...

Gracias Findu!
Las más oníricas,William y Arthur,y las más crudas y descarnadas,Bertold Brecht y Gottfried-Been.Para todos los gustos,no?